Las consecuencias pecuniarias
Las consecuencias de las compras compulsivas repetidas no son las menos importantes. Puede ser inteligente y derrochador, pero sabe cómo establecer límites a sus finanzas. En este caso, es una elección. Ser un comprador compulsivo no lo es: el gasto ya no se controla, y a veces incluso se niega por completo ... ¡hasta que el banquero llora de rojo!
El comprador compulsivo vive a diario con ... sus sobregiros, y a veces sufre de deudas sustanciales. Y el uso del crédito al consumo, a veces soluciones fáciles, solo contribuirá a sopesarlas.
Este comportamiento, aunque inicialmente eufórico, conducirá a medio plazo a situaciones a veces irreversibles. Culpables, estos impasses financieros pueden ser el origen de un gran sufrimiento.Consecuencias personales, sociales y familiares
De manera insidiosa, las consecuencias dañinas en la vida personal, profesional y familiar pueden llegar a apuntarles.
Las dificultades pecuniarias pueden resultar en consecuencias personales y familiares. De la misma manera, la pérdida de tiempo causada por horas de compras frenéticas puede tener un impacto negativo en el trabajo y la vida de una pareja: a veces será necesario mezclarse en explicaciones frente a su concubina o su jefe para justificar nuestras horas de trabajo. llegada tarde a casa o en el trabajo. La sensación de vergüenza resultante de las compras repetidas también puede conducir a la depresión y la pérdida de la confianza en sí mismo.
Desde proyectos comprometidos hasta conflictos matrimoniales, recreación abandonada y horas de trabajo truncadas: estas son las consecuencias y los riesgos de la compra compulsiva.
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