En el caso de un diente roto, los tratamientos serán diferentes dependiendo del trauma.
Una vez que se identifica la naturaleza del trauma, el dentista puede reconstruir el diente en el mejor de los casos. Cuando no hay compromiso pulpar (nervio + vasos), el médico pega la pieza de diente o "construye" una réplica de resina. Si hay afectación de la pulpa, el dentista generalmente desvitaliza el diente y luego lo reconstruye en resina o coloca una corona. Cuando se alcanza la raíz, el diente debe extraerse.
En los niños, un choque en un diente de leche debe tomarse en serio, ya que puede haber dañado el germen del diente definitivo. En caso de traumatismo en un diente definitivo, el dentista realiza los primeros auxilios necesarios. Luego, generalmente al final del crecimiento del niño, llevará a cabo una reconstrucción definitiva.
Se recomienda protección en algunos deportes. En caso de actividad física riesgosa para los dientes, se recomienda que un dentista realice un protector bucal, especialmente adaptado a la mandíbula y la dentadura. Esta protección se realiza tomando huellas dactilares en la oficina del dentista.
El seguro de salud reembolsa una consulta y una reconstrucción por una suma del 70%. La reconstrucción dental es mucho más costosa de lo que ofrece la Seguridad Social. La ayuda de un seguro complementario o mutuo es esencial, especialmente si es necesaria una corona o un puente.