1- Difteria angina
La difteria angina es la manifestación más clásica de la enfermedad. Generalmente no es muy febril, se acompaña de palidez, ganglios en el cuello y dolores de cabeza.
En la parte posterior de la garganta, hay depósitos blanquecinos, llamados "membranas falsas", que se adhieren a las amígdalas y al velo del paladar. Estas membranas falsas pueden alcanzar la úvula, la faringe y, a veces, incluso la laringe. En este caso, la difteria puede causar tos, dificultad para hablar y respirar.
2 - Difteria cutánea
La difteria puede localizarse en la piel, preferiblemente en heridas o cicatrices antiguas. Con siempre los mismos síntomas: la presencia de membranas falsas. Menos conocida que la difteria angina, el diagnóstico debe evocarse frente a una úlcera atípica al regresar de una zona infestada.
3 - Los otros síntomas
Unos días después de la angina, la toxina diftérica puede llegar al corazón, los riñones y los nervios. Puede causar miocarditis, inflamación del riñón (glomerulonefritis) o parálisis por daño a los nervios (poliradiculoneuropatía). En ausencia de tratamiento, la enfermedad es mortal en 2 a 20% de los casos.
4 - La muestra biológica
Para confirmar el diagnóstico médico, es necesario realizar un muestreo nasofaríngeo o cutáneo. En el laboratorio, el cultivo y el aislamiento de la bacteria a veces requieren varios días.
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