¡Antes de decidir tratamientos, debemos encontrar la causa! Y el examen clínico del médico rara vez es suficiente. La endoscopia es el examen clave. Realizado bajo anestesia general leve, le permite al médico observar directamente las áreas anatómicas usando un tubo óptico con una cámara. Además de esta investigación, el médico a veces puede prescribir otras pruebas de imagen, como tránsito oeso-gastroduodenal (TOGD), una radio con la ingestión de un producto de radio opaco.
Una vez que se encuentra la causa, se pueden considerar tratamientos.
Para el reflujo gastroesofágico, el tratamiento es primero médico con la prescripción de antiácidos, medicamentos curativos ... En un segundo paso, se puede considerar la cirugía si estos tratamientos resultan ser insuficientes.
En el caso del cáncer de esófago, se usa cirugía, que generalmente se combina con quimioterapia o radioterapia.
En caso de patología neuromuscular, se puede proponer la reeducación ortofónica a la deglución, para volver a enseñar al paciente a recuperar gradualmente las capacidades de deglución. Esta terapia del habla se puede combinar con el apoyo de un dietista, un terapeuta ocupacional y un fisioterapeuta.
Si los síntomas persisten a pesar de los tratamientos, se pueden adoptar consejos dietéticos, como el uso de agentes gelificantes.
Cuando estos tratamientos son insuficientes, y cuando la causa de la disfagia lo requiere, debe plantearse la cuestión de la cirugía: gastrostomía cuando ya no es posible la alimentación oral, resección de un divertículo, etc. ¡El médico podrá decidir mejor los mejores tratamientos!