Las inyecciones de Botox® se usan con fines cosméticos para reducir ciertas arrugas.
Botox® es toxina botulínica, una neurotoxina que bloquea la liberación de una sustancia química que permite que el músculo se contraiga. Por lo tanto, este producto tiene como objetivo reducir las líneas de expresión (arrugas del león, patas de gallo, frente) mediante una relajación de la tensión muscular. Esto explica por qué la toxina botulínica se usa hoy en día en la cirugía estética.
Para reducir las arrugas
En la década de los setenta, Botox® comenzó a usarse en oftalmología para tratar ciertos estrabismos y el parpadeo descontrolado del ojo.
Luego, gradualmente, las inyecciones de toxina botulínica se realizaron con fines estéticos, especialmente por cirujanos plásticos a nivel local para reducir las arrugas faciales. Otros productos contienen toxina botulínica: Vistabel®, Dysport® y NeuroBloc® (de diferentes compañías farmacéuticas).
De hecho, solo Vistabel® y Azzalure® tienen la Autorización de comercialización para una indicación estética para el tratamiento de arrugas localizadas entre las cejas.
¿Cómo se realiza la intervención?
Para prepararse mejor para las inyecciones de toxina botulínica, debe evitar tomar aspirina 15 días antes y 15 días después de la cirugía para evitar el riesgo de hemorragia. Si toma antibióticos o anticoagulantes, debe comunicárselo al cirujano. También hay contraindicaciones para estas inyecciones, entre las cuales:
• Ciertas enfermedades neuromusculares,
• Mujeres embarazadas o lactantes,
• Casos conocidos de hipersensibilidad a la neurotoxina botulínica A.
El procedimiento se realiza en unos minutos sin necesidad de anestesia. Las inyecciones se hacen con una aguja fina. Sientes la picadura, pero sin dolor real.
